El nuevo arquitecto municipal me dijo en la última reunión que mi plan parcial no servía para nada y que no iban a poder emitir una licencia de obras basado en aquel proyecto aprobado por el anterior gobierno. Así que me presenté en el despacho de urbanismo en la segunda planta del ayuntamiento con la esperanza de aclarar el asunto y seguir adelante con el plan previsto para la obra de los chalets.
- Guillermo...
- NIcolás. Le interrumpo.
- Perdona, Nicolás. Yo como responsable de urbanismo de este ayuntamiento no puedo decirte que sigas adelante con un proyecto que ya nace torcido.
- ¿pero cómo va a nacer torcido? Este plan parcial fue el aprobado por urbanismo... y por el anterior equipo municipal...
- Ya... Nicolás... ya sabes de lo que te hablo. Este plan parcial, no podemos sacarlo adelante, quizás el anterior arquitecto si, pero yo... no.
Oigo a alguien entrando en el despacho y giro mi cabeza para encontrarme con la sosa figura del nuevo regidor. No me da tiempo a levantarme y se sienta rápidamente frente a mi.
- Nicolás, ten en cuenta que el anterior equipo de urbanismo era juez y parte con barrio ilustrado y claro, ahora las cosas no son iguales para ti... ¿eh?. Dice sin disimular que no pasaba por este despacho por casualidad.
El alcalde es un gilipollas, vamos a decirlo con todas las letras. No le conozco más que de dos reuniones (una, esta) y me trata como si yo fuese su peor enemigo. Empiezo a pensar que su enemigo es todo lo relacionado con el antiguo alcalde de la ciudad.
- Señor Alcalde. Le digo con respeto, a ver si así, haciendole un poco la pelota reconduzco este asunto aunque, pienso, no parece tener solución.
- No era juez ni parte. El anterior arquitecto municipal es amigo de mi infancia, pero nunca en la vida le he pedido un favor, y siempre ha sido una persona muy cooperante a la hora de evitarnos trámites imposibles, pero esto lo hacía tanto conmigo como con otras personas, particulares y empresas. Simplemente era una persona dispuesta a ayudar, con sentido común y con muy buen entendimiento de las normas vigentes... Y aprovecho para lanzar una mínima mirada a Isidoro.
- Eso es lo que tú dices. Me devuelve el alcalde bajando los párpados unos segundos. Y es que ambos sabemos que barrio ilustrado le encargaba proyectos a un arquitecto socio de Marco, anterior arquitecto municipal.
Me estoy empezando a cabrear, y debo tener cuidado, porque soporto muchas cosas con inmensa paciencia... muchas, menos las injusticias, y cuando me tocan las narices en este sentido, reconozco que se me va la olla... calma Nicolás, se más listo que él, me repito.
- Pues sólo hace falta darse una vuelta por Sigüenza para comprobar que urbanisticamente está preciosa, y esa ha sido la labor del anterior arquitecto municipal... y solo por curiosidad ¿qué puntos cambiarías del plan parcial aprobado por el ayuntamiento? Ups, esto último sobraba.
- El ayuntamiento soy yo, ¿eh? Replica el recién elegido alcalde más molesto de lo que me esperaba. Pues ahora estamos los dos cabreados.
- Bien, no he querido decir en ningún momento que Ud. no lo sea... pero, insisto: ¿qué puntos se eliminarían?
- Pues... varios, la verdad. Responde alegremente Isidoro mirando un papel que sujetan sus hinchados dedos.
- La inclinación de los tejados, las terrazas en los mismos no pueden hacerse, esta ventana no la tengo muy clara, los techos no son suficientemente altos en la planta baja y luego hay que mirar las parcelas porque así no podéis poner las casas... Me responde el arquitecto, tomando la palabra ante la mirada de aprobación del alcalde.
- ¿Qué? ¿la posición de las casas? ¿¡¡Pero si está según las normativas, aprobado hasta por la Confederación Hidrológica del Tajo!??. Esto es la guerra, pienso.
- Tampoco están bien las velux que habéis puesto en la cubierta... En esto se lanzan una mirada de complicidad arquitecto y alcalde.
- Ni el tipo de teja, habéis puesto una mixta, que está prohibida. Y esto está reflejado en las normas. Completa Isidoro.
- A ver, seamos serios, no hay ni una sola norma que hable de velux en Sigüenza, venga ya. Tenemos señales para compras de casas, entregadas ya por muchos clientes, porque tenemos todas las aprobaciones administrativas obtenidas hasta la fecha.
- Si has vendido casas que no tienen licencia de construcción, es problema tuyo. Ya sabes que eso es ilegal. Me escupe el alcalde bajando la cabeza y fijando sus ojos en los míos.
Tiene razón, sin licencia no se puede recibir depósitos de reserva, pero esta es una práctica totalmente normal... errónea según mi opinión, pero se hace.
El aire que muestran estos dos cabrones, no es de superioridad, es de aplastamiento... aires de aplastamiento, me están pisoteando.
- Sólo por recordar, la inclinación de los tejados es la máxima que ofrece la normativa de urbanismo de siguenza y sobre las terrazas en los tejados, no se dice nada... y lo de las velux te lo has inventado, Isidoro.
- Lo de la inclinación de los tejados es un error de la normativa, pone porcentaje cuando tenía que poner grados... o al revés, que no me acuerdo... una errata, vamos. Me responde Isidoro dándole más bien ninguna importancia a este asunto.
- ¿una errata? Ese es un problema vuestro, si la normativa no está como queréis, tenéis que cambiarla, pero eso no es cosa mia. ¡Gotcha! pienso con una leve sonrisa de victoria que disimulo frunciendo el ceño.
- Mira, Nicolás, yo no tengo más tiempo para ti y tus problemas. Dice el alcalde levantándose de su silla.
- No se va a aprobar este proyecto... mmm, como está ahora y si no te gusta, puedes abrir un contencioso administrativo, pero te puede dejar la obra parada unos años.
- Cinco es la media. Añade el arquitecto municipal girando la cabeza hacia la ventana.
- Claro, o a vuestra manera, o no hago casas hasta dentro de 5 años, ¿no? Qué bien. Pues lo consultaré con mis abogados. Adiós. Me levanto, recogiendo planos y cajas y salgo por la puerta maldiciendo entre murmullos a esos dos hijos de puta.
- ... son funcionarios públicos, son empleados públicos, como mínimo deberían tratar a la gente con respeto. ¿qué les he hecho yo? ¡pero si... no les conozco de nada! Vaya cabrones de mierda. Bajo las escaleras del ayuntamiento murmurando totalmente encendido.
-Esto no va a quedar así. Me animo mientras abro la puerta del coche.
Parado en el aparcamiento de detrás de la plaza mayor, marco el número de mi madre y le cuento lo que está pasando. Ella me dice que va a hablar con Marco (el anterior arquitecto municipal) y con algunas personas, a ver qué es lo que pasa y por qué estos la han tomado con nosotros y que me volverá a llamar. Yo voy a pasar por CCM para ver qué ha pasado con la ampliación del préstamo al suelo y me voy para madrid que tengo que llegar a las 3 para recojer a mi hija en el cole, dejarla en casa e ir a la oficina que tengo una reunión con un cliente de la empresa de limpieza... que no se por qué ha insistido en venir a nuestras oficinas, va a ser la primera vez que venga un cliente a verme...
Si haces negocios y te encuentras solo/a, ya sabes: haz PIÑA
Comments
You can follow this conversation by subscribing to the comment feed for this post.