Una de las primeras cosas que enseñan en cualquier curso de supervivencia es "Que no cunda el panico!". Efectivamente, el pánico puede hacer que una situación moderadamente grave se convierta en un desastre de proporciones bíblicas; y todo porque a la gente en general no le gusta pararse a analizar
realmente cuál es el problema, y prefiere correr y gritar sencillamente porque es lo que están haciendo el resto de las personas. La crisis económica actual no es una excepción, y lo que en realidad es una recesión se puede convertir en una depresión sencillamente por un contagio de histerismo.
Lo lógico sería sentarse y analizar los datos económicos y ponerlos en una perspectiva historica; y no hay mejor dato económico que el Producto Interior Bruto, que en resumen es el total del valor de todas la transacciones económicas realizadas por un país. Pues bien, el PIB de Espana creció un 1.2% en el 2008, y se estima caerá un 2.4% en el 2009.
Realmente os parecen esta cifras como las de un cataclismo económico? Si vuestros sueldos se rebajasen un 2.4% el año que viene, realmente os entraría el pánico u os pondríais nerviosos? Pues claro que no!
Sobre todo, si consideráis que este retroceso viene de unos puntos de actividad económica y prosperidad inéditas en nuestra historia!
"Si, si, pero el paro se esta disparando" me replican algunos; y efectivamente el paro en España ha aumentado considerablemente en los últimos meses; y por supuesto es un trauma para los afectados. El paro está rozando los 3.5 millones de personas, su nivel más alto desde 1995 que fué el máximo histórico. Pero lo que nadie parece decir, es que mientras que en 1995 la población activa era de 16
millones, actualmente la población activa es de 22 millones; el % de paro sobre la población activa en 1995 era del 22% y actualmente es de aproximadente el 15%. Yo estaba viviendo en España en 1995; iba al cine, jugaba al fútbol y cenaba en casa y puede que suene frívolo pero aquí no se moría nadie, y no teniamos la zambomba puesta todo el día con el tema de la crisis económica.
Todo esto me trae al punto principal de este articulo: considero que uno de los puntos mas débiles de la sociedad de la información en la que estamos inmersos es, en la capacidad que tenemos para generar pánico. Estamos rodeados de medios de comunicación, cuya existencia depende de la habilidad que tengan para atraer nuestra atención; y no hay nada mejor para
atraer la atención que una buena crisis. Las crisis venden, nos dan morbo, nos dan temas de conversación y nos hacen comprar periódicos. Los medios compiten unos contra otros por niveles de audiencia, y quedarse atrás es morir; ¿a quien le interesa ser objetivo? Por qué hablar del paro en términos relativos, cuando lo podemos hacer en términos absolutos? Por qué no extrapolar la caída económica a un año, y publicamos que la economia Japonesa ha caído un 12% (cuando en realidad cayó un 3% en tres meses)?
La sociedad vive en una estado constante de histerismo; hasta el punto que ya ha dejado de importar cuál es la realidad, y ya sólo importa cómo la realidad se percibe. Tenemos ya tantas cosas acumuladas, que nos hemos vuelto temerosos de perderlas; sin acordarnos de dónde venimos y cómo vivíamos antes. Nos aterra la posibilidad de retroceder ni un sólo paso; y por esto cualquier noticia negativa o problema se convierte en un cataclismo. El efecto 2000, el agujero de la capa de ozono, el cambio climá-
tico, el terrorismo, la fiebre aviar o la crisis económica, son sólo unos ejemplos de cómo se pueden inflar las situaciones para mantener una sociedad coaccionada.
La crisis actual es grave, pero pasará en 12 meses. ¿Cómo lo se? Pues porque es lo que ha ocurrido en las tropecientas recesiones anteriores, y porque únicamente hay que mirar a los datos económicos. ¡Que no cunda el pánico!
Este artículo ha sido escrito por John Ordovás Ussía